XII MANDAMIENTOS EN EL PIE DEL DIABÉTICO

 

  1. Explorar la función nerviosa una vez al año.
  2. No fumar.
  3. Buen zapato flexible y ajustado. Poner un calzado por la mañana y otro por la tarde.
  4. Observar los pies a diario.
  5. Cortar regularmente las uñas.
  6. Medir la temperatura del agua con termómetro, no poner los pies cerca de una fuente de calor (brasero).
  7. Secarse bien entre los dedos. Usar calcetines de algodón o lana.
  8. No andar descalzo.
  9. No usar productos químicos (abrasivos, callicidas).
  10. Meter la mano dentro del zapato para comprobar que no hay irregularidades.
  11. Cortar las uñas de forma adecuada.
  12. Acudir urgentemente su podólogo o médico si descubre una herida, y visitar periódicamente al podólogo.

 

Consejos para el Pie del Diabético

1. HIGIENE

  • Lavado diario de los pies, con especial atención a los espacios interdigitales, con agua templada. Se debe probar la temperatura con un termómetro, pues se puede quemar sin darse cuenta. Los baños no deben ser largos ya que humedecen demasiado la piel.
  • Secar de forma minuciosa para evitar la aparición de micosis.
  • Hacer una revisión visual completa de toda la piel y las uñas, diariamente, por si hubiere alguna alteración de nueva aparición (heridas, inflamaciones, grietas, infecciones, ampollas, etc). En caso positivo acudir inmediatamente a su podólogo.
  • Hidratar la piel con el producto que le indique su podólogo.
  • Nunca aplicarse callicidas, piedra pómez, ni productos abrasivos sin la recomendación de su podólogo.
  • Nunca cortarse ni arrancarse los callos ni durezas.
  • Las uñas deben cortarse con instrumento y forma adecuada, y si tiene dificultad deje que alguien se las corte, teniendo en cuenta que las uñas problemáticas deben ser tratadas por su podólogo.

 

2. CALCETINES Y CALZADO

  • Los calcetines deben ser de algodón o lana (no de fibra artificial), no deben apretar, no deben tener costuras, deben ser transpirables y no deben formar arrugas en el interior del calzado. Se deben cambiar a diario tras la ducha.
  • El calzado no debe apretar ni ser holgado. Es aconsejable que sean de cordones (para que se ajusten adecuadamente), unos 2 cm. de tacón y con espacio para que los dedos se muevan con libertad (sin rozaduras ni presiones que puedan producir heridas, uñeros, úlceras, callos, durezas, etc).
  • El tejido ha de ser de piel para que facilite la transpiración. En invierno la suela debe ser de goma de dureza y grosor intermedio, para no resbalar con el agua de la lluvia y que ésta no penetre al interior. En verano el material debe ser lo más transpirable, noble y flexible, el material de la suela no debe ser de goma.
  • En personas con deformidades en los dedos u otra zona del pie, el calzado debe ser especial e indicado por su podólogo.
  • Nunca andar descalzos por ningún sitio. En la playa andar con calzado tipo escarpín que le protejan de las conchas u otros objetos, incluso para entrar en el agua. En el gimnasio, vestuarios, duchas comunes y zona similares siempre ha de estar calzado a fin de evitar contagios de micosis, verrugas plantares, etc.
  • El diabético debe tener en cuenta que su patología ha de ser controlada en todo momento por profesionales sanitarios, entre los que se encuentra el podólogo, y seguir las recomendaciones que estos les hagan.

 

“La información descrita en éstas líneas tienen una función informativa y no pueden sustituir la evaluación realizada por su podólogo en consulta»